Su apodo, “El hongo de la longevidad”, es debido a sus funciones: potencia el sistema inmunológico, tiene propiedades antitumorales, inmunomoduladoras, super antioxidantes y equilibra muy bien la ansiedad y estrés. Todo eso se debe a la presencia de compuestos altamente bioactivos, se destacan algunos polisacáridos como los beta-glucanos, o algunos ácidos grasos como los terpenos y los alcaloides. En concreto, el Reishi es la única fuente natural de un grupo de triterpenos conocidos como ácidos ganodéricos, que presentan una estructura molecular similar a las de las hormonas esteroideas y que son responsables de sus beneficios terapéuticos para mejorar la salud mental y emocional de los individuos, disminuyendo la fatiga, el estrés y mejorando la calidad del sueño.

En las últimas décadas se han encontrado multitud de pruebas científicas relevando la importancia de este hongo también en el tratamiento de varios tipos de patologías: la bronquitis, gastritis, hepatitis, nefritis, hemorroides, enfermedades crónicas, hipertensión, artritis, asma, diabetes e incluso enfermedades cardiovasculares.

Gestión emocional. Los triterpenos antes mencionados son capaces de modular la sinapsis celular y la respuesta frente a diferentes estímulos. Además, estas moléculas intervienen en la producción de hormonas como la epinefrina y la serotonina, involucradas directamente en el control de las emociones y en el estado de ánimo de los individuos. De esta manera, el hongo Ganoderma Lucidum mejora el insomnio y favorece el bienestar psicológico de las personas.

Por otra parte, este hongo presenta un importante efecto nootrópico, regulando las funciones cognitivas del ser humano tales como la memoria, la inteligencia, la creatividad y la concentración.